Hace apenas 15 días mirábamos al cielo para comprobar si un fragmento del satélite UARS (Satélite de Investigación de la Alta Atmósfera) nos iba a caer encima. Ni siquiera la NASA pudo predecir dónde iba a estrellarse. Aunque la versión oficial afirma que los restos cayeron en el Océano Pacífico (sin especificar ni la hora, ni el lugar exacto), han aparecido algunas piezas en Canadá.
Ahora le toca al satélite alemán ROSAT, un telescopio de Rayos X lanzado al espacio en 1990; y la ESA (Agencia Espacial Europea) tampoco sabe dónde va a caer. Teniendo en cuenta que pesa más de 2 toneladas, no es ninguna broma el saberlo con precisión.
Fuentes: El Mundo (26/09/2011), El Mundo (10/10/2011), Europa Press (10/10/2011)
Imagen: DLR
Mapa conceptual: Basura espacial
La verdad es que con toda la basura espacial que existe ahí arriba, no se como no ha habido ya una desgracia. ¿Quien se va a hacer responsable si cae en una zona habitada?
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